El razonamiento de una utopía: del realismo al idealismo
Capítulo 6 – LA EMANCIPACIÓN POLÍTICA
“La primera respuesta adecuada a la pregunta qué es el cielo consiste en describir lo que de él veo cuando lo veo y nada más”
José Ortega y Gasset
En este capítulo:
PDF Carta a la democracia.
Lectura de la carta en vídeo aquí
LA CONVENCIÓN DE LAS MAYORÍAS
Siempre a partir de cuestiones conocidas por todos, quiero profundizar sobre la idea y percepción que tenemos en España sobre las mayorías.
El objetivo es tratar de evidenciar que 1) nunca han sido amplias; 2) que es una cuestión cultural subjetiva (paradigma) y como tal puede redefinirse, 3) que no tenemos cultura de creación de mayorías ni herramientas para ello y sobretodo 4) quiero reflexionar cómo nuestra forma de entender y ejercer la democracia ha sido afectada por como hacemos las mayorías.
Histórico de las elecciones generales de España en democracia
Datos obtenidos de Wikipedia: Anexo Elecciones en España.
AÑO ELECCIONES | PORCENTAJE DE PARTICIPACIÓN | % DE VOTOS CON LOS QUE GOBERNÓ |
1977 | 78,8% | 34,4% |
1979 | 67,4% | 34,8% |
1982 | 79,9% | 48,1% (38,4 del censo) |
1986 | 70,4% | 44,0% |
1989 | 69,7% | 39,6% |
1993 | 76% | 38,7% |
1996 | 77,3% | 38,7% |
2000 | 68,7% | 44,5% |
2004 | 75,6% | 42,5% |
2008 | 73,8% | 43,6% |
2011 | 71,7% | 44,6% (31,9% del censo) |
2015 | 73,2% | 28,7% (Repetición) |
2016 | 69,8% | 33,0% |
2019 | 71,7% | 28,6% (Repetición) |
2019 | 69,8% | 28,0% (Pendiente) |
Estimación del apoyo independentista en Catalunya
Datos obtenidos de Wikipedia: Elecciones al Parlamento de Cataluña y Referéndum de independencia de Cataluña de 2017.
VOTACIONES | PARTICIPACIÓN | SUMA BLOQUE INDEPENDENTISTA |
Parlamento de Catalunya 2015 | 74,9% | 47,7% |
Referéndum 1 de octubre de 2017* | 43,0%* | 90,1% (38,7% del censo)* |
Parlamento de Catalunya 2017 | 79,0% | 47,2% (37,2% del censo) |
*Datos no verificados.
Primer elemento: la mayoría móvil y estrecha
Parece que hay consenso en España en situar el apoyo independentista entorno a un 47%. Cifra que es considerada como la evidencia de que el apoyo, aunque amplio, no es mayoritario entre la población catalana.
Me atrevo a asociar ese 47% independentista de 2017 con el 48% de las generales de 1982. Con esta asociación se aprecia como unos resultados similares sí son mayoría o no, según lo que esté en juego.
Si queremos sólo pensar lo objetivo, nos queda como punto fijo el apoyo del censo sobre los ganadores. Como hitos estatales: 1982 con el 38,4% del censo y 2011 con el 31,9%. Como hito catalán las elecciones al Parlament de 2017 con el 37,2% del censo.
Así, ningún gran apoyo han sido mayorías amplias.
Por un lado señalar que el concepto de mayoría no es rígido y es móvil y hay un amplio terreno muy vagamente definido o consensuado que es el de según lo que esté en juego.
Aquí entra otra imprecisión que siento como desorientación: ¿Qué cosas de las que están en juego merecen una u otra mayoría?
Si vamos más allá de los derechos y deberes fundamentales nos encontramos con multitud de cuestiones que apenas están parametrizadas ni consensuadas más allá de las opiniones personales.
Si peguntáramos a la gente qué es más importante para ellos si la educación (1) o la sanidad (2); la empresa (3) o el trabajador (4); las pensiones (5) o el desempleo (6) y cuánto más importante uno sobre otro, seguramente nos encontraremos con todo tipo de respuestas distintas y como nadie puede presumir de saber lo que piensan los demás, llegamos a un asunto de vital importancia en el que reina la desorientación entre nosotros.
Notemos todos que lo que pensamos y el valor que le damos sobre lo que está en juego, lo parametrizamos en parte con nuestro voto en las elecciones generales, es decir, votamos un orden de importancia de las cosas, pero nos pasa a muchos que no siempre estamos de acuerdo con lo que hace el partido al que votamos, lo que a mi juicio degrada aún más las -nunca- amplias mayorías.
Asunto clave 1: nunca ha habido mayorías amplias.
Asunto clave 2: la mayoría es una apreciación subjetiva y móvil, es un paradigma, no una verdad.
Asunto clave 3: delegamos nuestro valor sobre las cosas a las organizaciones políticas.
Segundo elemento: el método d’Hondt y los Reales decretos-ley
EL MÉTODO D’HONDT
A partir de las ideas comunes que tenemos todos, quiero reflexionar sobre como el sistema o método d’Hondt condiciona realmente no solo la política sino nuestro ser.
Todos conocemos las bondades y maldades de este sistema.
Como bondades: que está hecho para lograr mayorías y en consecuencia gobernabilidad; que da voz a las provincias, ciudades y pueblos pequeños; que permite posicionar a partidos autonómicos en el gobierno central; etc.
Como maldades, conocidas por todos: que un voto en un lugar u otro no vale lo mismo; que no todas las autonomías están representadas en el Congreso; que los partidos autonómicos merecen un rendimiento del voto superior al de los partidos estatales; etc.
No toca aquí ni por asomo proponer un cambio preciso ni amplio a este sistema, lo que sí quiero es destacar una consecuencia, a mi juicio negativa, sobre cómo nos hace pensar y ejercer la democracia en España.
Como el sistema d’Hondt posibilita y logra que los pequeños lleguen al Congreso de los diputados, y algunos han conseguido aprovecharse de esto en beneficio de su comunidad en perjuicio de las otras, nos ha ido acomodando a un modo de ejercer y pensar la democracia en España de tal modo que, por ejemplo, un valenciano ni se preocupa ni se tiene que preocupar por el estado de las carreteras de Palencia.
Es decir, reúne pero no une a las distintas fuerzas políticas en el Congreso y menos aún, cohesiona a las personas de distintas provincias y ciudades para la formación de un interés común.
¿Puede ser que en este caso, la herramienta -el método d’Hondt- haya inoculado en nuestro ser la inhabilidad de no saber formar acuerdos ni tampoco mayorías?
LOS REALES DECRETOS-LEY
Si esto del método d’Hondt afecta a la ciudadanía directamente, en el ámbito de la práctica política hay otro d’Hondt que no fomenta el interés por las preocupaciones de los demás, y esto son los Reales decretos, que ayudan a la gobernabilidad pero ni promueven ni motivan el esfuerzo por crear mayorías.
En España el señor González aprobó un total de 129, el señor Aznar un total de 130, Zapatero 108, Rajoy 109 y Sánchez 7. (Fuente Wikipedia).
Los Reales decretos, como todo el mundo sabe y de forma muy resumida: “Emana del poder ejecutivo y es dictada en caso de extraordinaria y urgente necesidad“.
Y no sólo ahorrándose tiempo sino huyendo de la necesidad y la dificultad de entenderse, podemos llamarlo: el soslayo español. Así estamos en el callejón sin salida en el que está metido la democracia española.
Porque la democracia española está metida en un callejón sin salida.
ALGUNAS CONCLUSIONES
Parece que queda así evidenciado que los Reales decretos-ley a los políticos y el método d’Hondt a los ciudadanos, nos ha hecho pensar el país y ejercer la democracia, sin la construcción de un interés común ni compartido, en resumen: sin hacer paisanos ni país.
Tenemos entonces interiorizada contra natura una especie de desatención y desafección pública hacia los demás españoles que seguramente nos estará influyendo algo en otras esferas y ámbitos más privados o próximos de cada uno de nosotros, algo así como de lo público a lo privado que silenciosamente nos estará segregando por nuestras condiciones, por nuestra forma de vivir y por nuestras ideas.
Puede que lo único que haya dejado el método d’Hondt y los Reales decretos-ley al interés común y compartido sea España y más España y esto puede explicar el auge de partidos que sólo ofrecen España como aquello que colma todas las expectativas… cosa que no comparto para este país tan poroso y este mundo tan complejo. Poroso porque España tiene cosas de Europa, de África y de América.
No sólo hay una España, hay una España raíz, de la que se derivan las demás: la monárquica, la democrática, la franquista, la republicana…
¿Y sabemos cuál es esa España raíz, alguien lo sabe? Quien intente explicarnos cual es la España raíz que amplíe al máximo las franjas temporales y que se esfuerce en que su definición sea vigente, al menos, dentro de 100 años.
Aunque puede que sea más fácil para los vivos que compartimos este tiempo imaginar la España que queremos.
A modo de broma intelectual me gustaría plantear un caso que podría no ser surrealista: qué pasaría si algún día los partidos estatales no logran representación y el congreso de los diputados está compuesto sólo de partidos autonómicos… Llegado ese hipotético día, los diputados se mirarían los unos a los otros y podría pasar que o todos empezamos a preocuparnos por todos o, como no tenemos cultura de crear mayorías, que sea un desastre.
Es un ejercicio interesante y revelador imaginar situaciones exageradas, el familiar: “¿Y si todos hiciéramos lo mismo?”
Pienso, además, que si los que compartimos una historia y este tiempo somos capaces de unirnos sin aniquilar a la izquierda o a la derecha y apreciándonos, estaremos creando un modelo para unir las historias de otros países: esto ya no es una cuestión ideológica sino generacional, esto va de alinear realidades e ideales.
Pocos se percatan de que la realidad (realismo) y el ideal (idealismo) discuten mal porque no hablan de lo mismo, como tampoco hablan de lo mismo las dos ideologías principales que cubren el mundo. Así se puede retratar el diálogo de sordos en el que llevamos ya demasiado tiempo metidos, unos dicen “¡Hay que proteger al trabajador!” y el otro le contesta “¡Hay que proteger a la empresa!”. Aquellos dicen “¡España ha sido todo esto!” y aquellos otros le contestan “¡Queremos que España sea así!”.
Hay que alinear la oferta (realidad) con la demanda (ideal) y también hay que alinear la demanda con la oferta, son esfuerzos distintos.
Diagnóstico parcial: España está metida en un callejón sin salida democrático y encima vive en un diálogo de sordos.
El forjamiento de un interés común no es una demanda ni alucinación mía, explíquenme ustedes si no como puede ser que los jóvenes de Teruel se estén preocupando, no por el funcionamiento del sistema de salud gallego, sino por la contaminación plástica de las playa en Costa de marfil.
Aceptemos ya de una vez que la amplia paz social no se va a alcanzar imponiendo un sistema ideológico sobre otro, sino comunicando una ambición compartida que conllevará renuncias por ambas partes: la colonización ideológica sobre los individuos ha concluido.
Asunto clave 4: no nos han enseñado a entendernos y no tenemos herramientas para ello.
Asunto clave 5: las ideologías al uso nos han llevado a un diálogo de sordos. El único diálogo posible es el diálogo generacional.
Asunto clave 1: nunca ha habido mayorías amplias.
Asunto clave 2: la mayoría es una apreciación subjetiva y móvil.
Asunto clave 3: delegamos nuestro valor sobre las cosas a las organizaciones políticas.
Cuarto elemento: la clara complejidad
A mi juicio España está viviendo una transición política, una especie de transición de la Transición o incluso el fin de la Transición. Si yo tuviera que decidir el sobrenombre que de esta época la historia sentenciara, elegiría: El fin de la transición española.
Sencillamente porque los hábitos y las formas de los políticos y de los votantes, que durante 40 años hemos practicado, se han vuelto inoperantes.
Unas evidencias conocidas por todos:
- Evidencia 1: los resultados ya no son los mismos y se ha acabado el bipartidismo. Por la izquierda parece que hay suelo para los 2, y por la derecha desaparecen unos pero aparecen otros.
- Evidencia 2: anteriormente los partidos políticos hegemónicos de necesitar un poco de apoyo, se valían fundamentalmente de 2 o 3 partidos autonómicos nacionalistas. Sin embargo ahora 2 terceras partes de estos partidos autonómicos y los estatales son inasociables de forma recíproca: los estatales si pactan con los independentistas se les va a echar encima más de media España y no va a haber paz social en la opinión pública, y los nacionalistas catalanes no pueden traicionar a su mensaje.
Ahora mismo, la madurez política o la madurez del discurso original de cada uno, les ha llevado a un callejón sin salida. Habrán algunos partidos que o se refundan o se volverán tumorales allá donde estén.
- Evidencia 3: una de las evidencias más importantes, y la que más me inspira, es que ninguna de las ideologías principales logra la mayoría: ni suma la izquierda ni suma la derecha. Parece que la izquierda y la derecha tienen que entenderse.
Asunto clave 6: la izquierda y la derecha tienen que cohesionarse .
Asunto clave 1: nunca ha habido mayorías amplias.
Asunto clave 2: la mayoría es una apreciación subjetiva y móvil.
Asunto clave 3: delegamos nuestro valor sobre las cosas a las organizaciones políticas.
Asunto clave 4: no nos han enseñado a entendernos y no tenemos herramientas para ello.
Asunto clave 5: las ideologías al uso nos han llevado a un diálogo de sordos. El único diálogo posible es generacional.
MIRAR A ESPAÑA COMO EMPRESA
Mientras este 2019 realizaba un curso en la EDEM e iba conociendo estrategias de las empresas, por un lado envidiaba el dinamismo de las empresas en contraste con lo público a la vez que era fácil, revelador y divertido migrar los supuestos empresariales a la gestión de lo público.
España puede verse como una empresa si la obtención de beneficios es el del bien común, un bien común que satisfaga a todos los componentes: el trabajador, el empresario, los pensionistas, los estudiantes, el desempleado y el sujeto familiar.
Quizá debiéramos incluir nuestros montes, mares e incluso el aire como componentes de España, que también tienen sus necesidades.
CREACIÓN DE VALOR
Una gran pregunta, consecuencia de esa migración de conceptos, es qué valor crea España y cómo lo crea, cuál es el objetivo de este país y como piensa conseguirlo (estrategia).
Soy incapaz de dar una buena respuesta a esta pregunta, pero facilita una nueva, incluso revolucionaria, visión de cómo encarar los desafíos.
Lamentablemente yo no leo en los medios qué valor debe o puede crearse en España, tampoco se lo oigo a los políticos ni lo leo en Internet.
MISIÓN Y VISIÓN
En las empresas cuando les sobrevienen los cambios de ciclo y entorno buscan una firmeza desde la que reinventarse. Esta firmeza la encuentran en su cultura empresarial que reside en sus valores, estándares y creencias. Desde esta cultura dan forma a su su misión y visión.
Misión es: satisfacer las necesidades de las personas satisfaciendo a todos los componentes que lo posibilitan.
Visión es: dónde llegamos con el cumplimiento de la misión.
Es fácil percatarse de que en este país no hay una clara misión y visión, parece que cada partido político y grupo de opinión está intentando imponer el propio sobre el otro.
No dar con una misión y visión compartida lo necesariamente básica para unir a todas las sensibilidades es una debilidad como país.
DAFO
Si le hiciéramos un DAFO (Debilidades y Fortalezas [Interno], Amenazas y Oportunidades [externo]) a España, no tener una misión y visión compartida por todos debiéramos colocarla en la cuadrícula de Debilidades.
FOCO
Una misión suficientemente básica para ser aceptada por todos puede ser: crear valor y empoderar a las personas.
Esto nos ayudaría a poner foco y zanjaría muchos debates internos: ¿Esto que estamos pensando crea valor, esto empodera? Sí, se hace. No, no se hace.
La gráfica del proveedor, trabajador, cliente es muy difícil trasladarla sobre un país. El cliente si pudiera, lo querría todo gratis, esto trasladado al modelo social sería lo quiero todo, pero alguno de los otros 2 (proveedor y trabajador) se volvería servil, es decir, daría más de lo que recibe.
Por esto, en este intercambio de fuerzas y recompensas debemos ser lo más científicos posibles para que todos podamos liderar algo y ninguno ser servil.
También en el mundo del trabajo se sabe que nos comportamos según se nos mide, es decir: dime como me mides y te diré como me comporto.
¿Cómo nos medimos? A mi sólo se me ocurre viajar a cualquier entierro que haya asistido, y las despedidas que nos ofrecemos giran entorno a cuanto de buenas han sido las personas con los suyos y con la sociedad.
Ser buenos, al menos en España, es la medición definitiva y si así nos medimos, así nos comportamos.
Esto me ayuda a llegar a la visión. Si una misión básica podría ser: crear valor a las personas y empoderarlas, la visión (lo que se logra con el cumplimiento de la misión) sería: para que las personas puedan ser buenas personas.
Para ser buenas personas y añadiría, para no envilecerlas.
Que la democracia mire a la innovación
Necesito seguir creando asociaciones entre esas pequeñas unidades del mundo del trabajo privado con esa gran unidad del mundo de lo público.
- Caso fábrica 1: pongamos por ejemplo que los coches que fabrica una compañía dejan de venderse porque sus coches ya no gustan. Ante esta situación la compañía hace un estudio del entorno, valoran el cambio de necesidades, cambios demográficos, tendencias, cambio de valores… Y diseñan nuevos coches para ese público que ha cambiado*.
- Caso fábrica 2: otro ejemplo sería el de la fábrica que ya no puede adquirir las materias primas y semielaborados que antes y no son capaces de seguir fabricando el mismo coche. Ante esta situación los responsable de estrategia y operaciones adaptarían máquinas, retiraban otras y compraban nuevas. Luego buscarían formación a sus diseñadores, ingenieros y operarios y los fortalecería en las nuevas formas de hacer e incluso incorporaría nuevo talento*.
*Todo esto se conoce como mejora continua en el mundo del trabajo.
El caso 1 sirve para ilustrar la pérdida de votos de los partidos políticos.
El caso 2 sirve para ilustrar la situación en la que se encuentra el Congreso de los diputados ya que no salen gobiernos como no salen coches.
Siguen habiendo paralelismos o asociaciones posibles del dinámico mundo del trabajo hacia la gestión de lo público. Los políticos son la gente que está tomando decisiones todo el día y su equivalente sería el director ejecutivo o CEO (Chief Executive Officer) por usar el acrónimo anglosajón. Y ya tienen suficiente trabajo con esto.
En las organizaciones empresariales distinguen al director ejecutivo del director de innovación, es una figura nueva que antes estaba solapada o repartida entre otros directivos. El director de innovación no está en el día a día de la empresa, de alguna forma se aísla un poco, coge distancia… es “alguien que está mirando todas las áreas, sin estar “contaminado 100%” del proceso o rutina diaria, ya que esto permite ver y unir puntos que otros no han unido con el objetivo de detectar nuevas oportunidades”.
Desde 1975 hasta 2019 la innovación en la democracia española ha venido de la actividad legislativa, pero ahora la capacidad legislativa está desorientada, debe observar las causas e inspirarse en otros sectores.
Según he podido escuchar en la EDEM a Ignacio Cea:
- Innovar es utilizar técnicas rápidas de testeo, prueba y error, plenamente centradas en la necesidad de un cliente, para crear nuevos negocios, servicios o experiencias mejores y más sencillas, a las que llamamos digitales.
- Innovar no es inventar. Hay que coger lo que ya existe, combinarlo con otras cosas, mejorar las que ya hay o cambiar su experiencia de uso y/o utilidad.
Observen también en este Ciclo innovador vs. ciclo operacional como la democracia española está encerrada en el ciclo operacional. En parte porque los políticos no son innovadores sino ejecutores
Fuente Original Dra. Bettina von Satmm, mencionada primero por Francisco González Bree en Deusto Business School y después por Igancio Cea en la EDEM
Si algún político lee este texto, seguramente se ofenderá pensando que sí piensan en innovación democrática, pero al menos reconozca que el ámbito de lo público está paralizado, como en shock: sin mayorías, sin misión básica clara, unos u otros crean servilismos según qué modelo económico proponen, confundimos los ideales (que queremos ser) con los hechos (qué somos), etc.
Sigo.
INNOVACIÓN ABIERTA
- Utilizando recursos externos.
- Colaborando con terceros, incluso con competidores.
- Fomentando la adquisición frente al desarrollo propio. La velocidad es una variable fundamental.
ENEMIGOS DE LA INNOVACIÓN
En la dirección:
- Cortoplacismo de la cuenta de resultados.
- Foco en la empresa y no realmente en el cliente.
- Objetivos “operacionales”.
En los empleados:
- Miedo al fracaso
- Miedo al cambio / a salir de zona de confort
CLAVES DE LA INNOVACIÓN (entre otras):
- Solucionar problemas del cliente, no problemas de la empresa.
Paralelismos
Jueguen ustedes a cambiar términos empresariales por democráticos:
- Cambien negocio por leyes y cliente por ciudadano y se leerá: “Técnicas… plenamente centradas en la necesidad de un ciudadano, para crear nuevas leyes…”.
- Cambien competidores por otros partidos políticos y se leerá: “Innovación abierta: … Colaborando con terceros, incluso con otros partidos políticos“.
- Cambien dirección, empresa y cliente por consejo de ministros, partido político y ciudadano y se leerá: “Enemigos de la innovación en el consejo de ministros por poner foco en el partido y no realmente en el ciudadano“.
- Cambien empleados por votantes y se leerá: “Enemigos de la innovación: los votantes … por miedo al cambio, miedo a salir de la zona de comfort”.
- Cambien cliente por ciudadano y empresa por partido y se leerá: “Claves de la innovación: Solucionar problemas del ciudadano, no problemas del partido“.
A mi juicio, esta migración de conceptos entre sectores es realmente reveladora. Una nueva estrategia que debe reestructurar el organigrama.
PLAN INNOVADOR: LA COHESIÓN IDEOLÓGICA
Hasta aquí he tratado de razonar lo más desideológicamente posible las circunstancias, las costumbres y los resortes que nos han llevado a la inoperancia, al callejón sin salida y al diálogo de sordos en el que se encuentra la democracia española, y usted ha realizado el esfuerzo para leer hasta aquí para ahora sugerirle una cosa que juzgará impensable pero iniciable si deconstruimos las ideologías y valoramos qué partes pueden encajar entre sí: la cohesión ideológica.
En el mundo del trabajo no sería una estrategia de verticalización sino de horizontalización: más cuota ideológica, más cuota poblacional, más mayoría representada.
He hecho mi estudio poblacional durante años siguiendo y leyendo a todas las variantes ideológicas y concluyo que hay dos agentes o resortes clave para este cambio de estrategia: los políticos por ejecutores y los votantes por opinadores.
A los políticos
La evidencia de los resultados dicen, entre otras muchas cosas, que se deben cohesionar los modelos ideológicos y dar a los españoles por fin una verdadera amplia mayoría. Esa amplia mayoría se puede formar focalizándose en 2 pilares muy claros: la protección social y la generación de riqueza.
¿O esto es un problema del método d’Hondt? ¿Hay alguien pensando que los coeficientes de d’Hondt tienen que ser mayores y dar mayorías absolutas con un 28% de los votos, el apoyo de un 19% del censo?
Forzar el método d’Hondt sería amplificar la herramienta que no fomenta el interés común y huye de la dificultad de ponernos de acuerdo. Pongamos fin a el “ahora los vuestros, mañana los míos”, pongamos fin a “redactad vosotros esa ley que luego ya os la derogaremos nosotros”: esto es hacer y deshacer no una vez, sino de forma continuada, un no avanzar permanente.
Las dificultades por negarlas no desaparecen, vaya perogrullada, sino que además se las estamos relegando, y quizá complicando, a nuestros preciosos hijos, un regalo que no han pedido.
Parece imposible la única lectura posible, el mensaje velado de nuestro destino más inmediato obliga a un desafío que nos arranca de la comodidad y debiera motivarnos a una altura de miras propio de los momentos históricos. Hay que hacer un esfuerzo entre votantes y políticos por la innovación democrática, recuerdo como más arriba he mencionado “Innovar no es inventar. Hay que coger lo que ya existe, combinarlo con otras…”: la cohesión ideológica fundamentada en la generación de riqueza y la protección social.
¿Se dan cuenta ustedes de que la solución es solo voluntad? Pero parece que nadie quiere quemarse, parece que nadie quiere ser impopular con los suyos. Lázaro tiene que volver a levantarse.
CUMBRE ENTRE LA DERECHA Y LA IZQUIERDA
La idea de cohesionar la derecha y la izquierda seguramente es una idea insoportable para, lamentablemente, demasiada gente de ambas alas ideológicas. Pero es que el debate político ya no puede seguir basándose en la aprobación de las ideas del grupo de cada uno más el rechazo a las ideas del otro: cualquiera de los discursos que oímos, nada más empezar, con las primeras palabras, ya sabemos todos como acaban.
El debate político debe residir en averiguar ante qué escenarios conviene aplicar unas u otras soluciones políticas: la cohesión ideológica.
Como estamos en una época en que la economía lo rige todo, voy a seguir suponiendo varios casos entre empresa y trabajador, cohesionando que se tiene que velar por los derechos del trabajador tanto como se tiene que velar por la competitividad de la empresa y de sus clientes.
- Si se sube el salario mínimo interprofesional, se deben bajar los impuestos al trabajo para igualar o bajar los costes fijos. En consecuencia estudiar diferentes vías de financiación a las pensiones, como por ejemplo he leído a Marta Flitch, con el presupuesto general del estado. Además si se sube el SMI, se espera un aumento del consumo por lo que parte del IVA de ese aumento del consumo también podría destinarse o a financiar las pensiones o a bajar los impuestos al trabajo.
- Si una empresa no es capaz de reinvertir un porcentaje amplio de sus beneficios en innovación y competitividad por tener que cumplir con hacienda, el estado debería cubrirlo o garantizarlo. ¿Cuánto? No lo sé…
- Y el estado debería liderar, en colaboración con las empresas, la adaptación de los trabajadores al nuevo mercado laboral tan automatizado, lo que todos conocemos por robotización, inteligencia artificial, empleo de algoritmos, etc.
Dense cuenta señores, que si no nos especializamos y adaptamos al cambiante mundo laboral, no es que faltará trabajo: es que no se nos necesitará, como claramente expone Yuval N. Hariri, pasarán a la irrelevancia laboral aquellos que no se especialicen y no se les necesite, a continuación dejarán de ser una fuerza económica y en consecuencia una fuerza política.
Hay una corriente política que enfrenta a los españoles con trabajadores venidos de fuera sin apenas formación ni especialización profesional. Personalmente opino que los españoles deberían pensar no en competir por trabajos sin cualificación si no esforzarse en especializarse y aspirar no sólo a contratos de calidad si no a puestos de trabajo de calidad.
Cuanto más le cojan el pulso a las demandas laborales, mejores condiciones tendrán. Tanto los políticos como los votantes debemos inculcar a la sociedad en general y a nuestros hijos en particular, que la robotización y la automatización van a asumir muchas tareas más o menos especializadas y más o menos tediosas, y por lo tanto tienen formarse obligatoriamente mirando hacia delante y no mirando hacia atrás. No buscarse desde el principio una especialidad profesional o universitaria les va a hacer empezar desde la irrelevancia.
Y así un sinfín de ajustes posibles que cojan lo mejor de cada ideología con la ambición de lograr el mayor beneficio compartido posible: un poco de beneficio a los liberales, un poco de beneficio a los progresistas, un poco de beneficio a los conservadores…
Por fin una cumbre no entre líderes sino entre ideologías.
Con este juego imaginativo llegamos a muchas situaciones. Abordemos el de la opinión pública.
A los votantes políticos
LA OPINIÓN PÚBLICA
Tras leer a José Ortega y Gasset y aunque él no lo dice explícitamente, me queda claro que la dictadura de las mayorías no es la Democracia, sino la Opinión pública.
Hay también una reflexión que ronda hace tiempo por España y es que si tenemos o no a los políticos que nos merecemos. Hay gente que dice que sí, que los políticos son reflejo nuestro. ¿O somos los españoles reflejo de nuestros políticos? ¿Quién hace a quién?
Es la versión política del dilema del huevo y la gallina. Los creacionistas creerán que los políticos hacen a los ciudadanos y los Darwinianos creerán que los ciudadanos hacemos a los políticos. Dejémoslo aquí para que cada uno saque sus conclusiones y abordemos lo importante: la responsabilidad del votante.
En este hipotético caso de la cohesión ideológica en el gobierno solo abordable desde la más formidable imaginación, va a suponer el rechazo frontal de cada votante contra su propio partido político, usando su voz pública para un llamamiento a la insurrección (perdón por el dramatismo).
Pero esto sería lo propio de un votante de la Transición, por eso quiero sugerir la figura del votante político, el votante político es el que asume que su partido no va a poder aplicar el 100% de su sentido de estado.
Que la izquierda tenga que asumir preceptos de la derecha, y la derecha preceptos de la izquierda no debería ser aprovechado para inflamar la opinión pública, dejemos de pensar en cesiones políticas y empecemos a hablar de co-creación democrática.
Es más, con esta cohesión ideológica en el gobierno, la izquierda podrá volver a ser izquierda, y la derecha podrá volver a ser derecha.
Desnudemos juntos al emperador y veamos como cada ideología por sí sola no puede manejar este mundo, y los partidos políticos que gobiernan se ven en la necesidad de ser impuros o ensuciarse ideológicamente: unos por tener que manejar el capitalismo, otros por tener que manejar lo público.
Con la cohesión ideológica ambas alas podrán dejar de desarrollar programas electorales precisos que incumplen promesas e ir a las elecciones sólo con sus valores, ir a las elecciones como el distinto que aporta diversidad y nos enriquece.
Simultáneamente el político y su votante deben asumir que mientras no tengan un apoyo mayoritario en solitario van a tener que haber renuncias, pueden no perder el rumbo volviendo a sus valores originales y desarrollar una nueva estrategia, una nueva ideología fiel a sus valores más importantes y adaptados a este nuevo tiempo e incluso asimilar la bondad de las ideas ajenas.
LA OPINIÓN PERSONAL
Si el votante que lee estas líneas no comparte lo que suscribo, sitúese a sí mismo fuera del ahora, en las formas de la Transición y por favor que reflexione sobre las 3 evidencias arriba enumeradas. Reflexione también en la incapacidad española y la falta de herramientas que tenemos para crear acuerdos y mayorías amplias que más arriba he tratado: con la cohesión ideológica habrá la gran mayoría nunca lograda en España.
Reflexione, como yo, en la complacencia a la que nos ha llevado la buena empresa de la Transición. Complacencia y comodidad que como a toda compañía mata. Mata una forma de hacer política, de entenderla y de ejercerla a la que le sobrevienen los cambios del entorno.
No entiendo bien qué casualidad hay en que los últimos grandes ciclos políticos españoles son de 40 en 40 años: 40 años de dictadura, 40 años de Transición. Puede que tenga que ver con la madurez alcanzada de los recién nacidos al inicio de cada ciclo, quizá el siguiente gran cambio será en 2060.
Más evidencias del fin de la Transición española (1975 – 2019):
- Evidencia 5: la Transición resolvía el conflicto Vasco antes y hasta hace poco el Catalán con más competencias, pero ahora qué más competencias se les puede dar. Esto no se arregla ya, como en la Transición, con más competencias.
- Evidencia 6: Otra solución tipo Transición (desde la izquierda): la definición plurinacionalidad…
¿Pero de verdad se creen estos políticos de la Transición que con una maniobra retórica se baja el coste del curso universitario, se crea empleo de calidad, se reducen las víctimas de la violencia de género o se soluciona la financiación de las pensiones para los próximos 50 años? Esto es más y más diálogo de sordos.
LOS JÓVENES
El verdadero problema son los jóvenes, y la gran solución también. Es la versión constructiva y opuesta a la de víctima y verdugo.
Lean este reportaje de Jóvenes tras la hoguera de participantes en las protestas de Catalunya e identifiquen que sus problemas, excluyendo el ideal independiente, son exactamente los mismos problemas que tienen todos los jóvenes de España y contéstenles -y no solo a los catalanes- que la solución a sus problemas de encarecimiento de la universidad, los mini jobs y la precariedad laboral es la Plurinacionalidad.
Repito: la lucha que tienen los jóvenes catalanes es -excluyendo la independencia- exactamente la misma lucha que tiene el resto de jóvenes de toda España.
La educación y formación
LA VÍA UNIVERSITARIA
¿Saben los andaluces que los catalanes pagan hasta 3 veces más por curso? ¿Saben los catalanes que los gallegos pagan 3 veces menos?
Artículo en Europapress: ¿Cuánto cuesta estudiar en la universidad en cada comunidad autónoma?
Una forma eficiente de cohesionar este país pasa por bajar las tasas universitarias a 500€.
Es que no hay que argumentarlo mucho más: ¿En qué páis va a querer vivir alguien: en el país que cuesta 2300€ el curso o en el país que cuesta 500?
Sin embargo el caso catalán es llamativo, en este artículo La universidad catalana es la más cara de España, hablan de causas por “la bajada en la financiación autonómica” quizá para incendiar las calles contra España, pero viendo a Galicia o Extremadura, no parece que sea un problema estatal el precio del curso, y tampoco una razón de renta per cápita en comparación con el País Vasco que cuestan la mitad. El director general de universidades de Catalunya sostiene que la matriculación se mantiene estable en el 38% pero “las universidades explican sin embargo que los estudiantes se matriculan ahora de menos asignaturas, y así el coste de la matrícula les sale algo más barato”. Estudian los mismos, pero tardan más años en acabar.
Espero y deseo que el justificado descontento de los jóvenes catalanes a los que se les dificulta estudiar en la universidad, no sea consecuencia de una maniobra política artificial y provocada desde Catalunya para enardecer a los jóvenes en contra de su propio futuro (perdón por la conspiranoia).
LA VÍA DE LA FORMACIÓN PROFESIONAL
Debido a este cambiante mundo y a las necesidades de adaptación al mundo laboral hay muchas pequeñas especialidades que necesitan ser atendidas, pero demasiadas nuevas disciplinas son sólo atendidas desde la formación privada. Además que «La universidad no se adapta a las necesidades del mercado laboral» y -no se puede decir mejor en el artículo: “Los empleados más demandados para el futuro próximo, hoy estudian títulos que no tienen reconocimiento institucional”.
De la Formación profesional me interesa especialmente la Formación Profesional Continua (FPC) que incluye aquellas acciones de formación no reglada dirigidas a la población que ya ejerce una actividad en el mundo laboral. (Fuente educaweb.com)
Sería vital, en beneficio de nuestros jóvenes que la FP Continua asumiera no solo la formación de las innumerables nuevas y breves competencias demandas por el mercado laboral, sino que incluso fuese el laboratorio que supiera agruparlas o en nuevos módulos de FP o en nuevos grados universitarios.
Los jóvenes tienen esta pregunta: ¿Cuál es la trazabilidad formativa para llegar a ser:
- Especialista en big data; business intelligence; product manager; ingeniero ambiental; medical advisor; experto en inteligencia artificial; representante de ventas internas; experto en block chain; arquitecto e Ingeniero 3D; especialistas en atención al usuario; brand manager; especialistas en bioimpresión 3D ; profesional de marketing digital; ingeniero integrador de aplicaciones; ingeniero de sistemas; desarrollador de dispositivos wearables; diseñador de Apps; analista programador; especialista en ecommerce; consultor de soporte; seguridad de la información; gestor de residuos; gestor de innovación; especialista en energías renovables o energías alternativas…
Dicho de otra forma: Para ser Brand manager, ¿qué es mejor haber estudiado antes: relaciones públicas o marketing? Para ser especialistas en bioimpresión 3D ¿qué es mejor: estudiar arquitectura técnica o diseño gráfico?
Y así un sinfín de orientaciones muy demandadas.
Quede claro por mi parte que una universidad solo para aprender y conocer y no solo para trabajar también es necesaria.
Todo esto logrará que nuestros hijos vuelvan a soñar despiertos.
CONCLUSIÓN
Lo que siempre le reprocharé al independentismo catalán es querer abandonar al resto de españoles en la lucha por una mejor democracia para todos. Y esto es lo que les pido a ellos: luchemos juntos por una mejor democracia para todos.
Como contrapartida, podemos ofrecerles a los catalanes y al resto de españoles: la cohesión ideológica, una gran mayoría, una misión y visión compartida, una economía sin servilismos, el fin de la transición española… El compromiso de todos para posibilitar y permitir que toda la gente podamos ser buenas personas.
Este texto es soñar despierto, espero haber sido lo suficientemente humilde como para no haber propuesto soluciones irrealizables, y sí sueños alcanzables. Nadie puede hacer esto solo.
Si a alguien este texto le seduce, no será porque yo le haya descubierto nada, sino porque él o ella ya lo está pensando, está en el aire y yo sólo lo he verbalizado ahora.
Yo sé que esto es el razonamiento de una utopía, no sé cuantificar cuanto me han ayudado a soñar despierto y cuanto he puesto yo, lo que sí sé es que este texto se lo estoy leyendo a mi hijo de 7 años, no para convencerle de nada sino para que lo comentemos, me pregunte y me diga qué le parece.
Le diré que esto es un cambio de paradigma y que a mucha gente no le va a gustar.
Le diré también que es la forma en la que su padre sueña despierto y que él también tiene que soñar despierto.
Escrito en Valencia durante Noviembre de 2019 por Álvaro Pichó con la colaboración necesaria de Marta Romero Sobrecueva, abogado y poeta.
Capítulo 5 LA EMANCIPACIÓN POLÍTICA: Carta a los independentistas catalanes