Este es mi último gran proyecto plástico. De alguna forma lo he conquistado.
Este proyecto a derivado del asfalto (empleo asfalto en frío que compro en la Plataforma de la construcción) al que al iniciar el proyecto ya tenía pensado hacer 1 de asfalto, 1 de cemento.
Inesperadamente de estos 2 materiales he acabado trabajando con sal.
Pero la idea original es el de asfalto.
Es el color del marco el que les da el nombre, obviamente este es el Azul. Esta hecho con asfalto en frío (emulsion bituminosa y grava).
Mide 83×83 centímetros pero lo importante es el peso: 40 kilogramos
El Amarillo, 65×123 centímetros y 45 kilogramos de peso… Tiene de sobrenombre La última cena.
Este es de cemento, está sin enmarcar, son 80×80 cms. y 36 Kg.
Todo un pavimento puesto derecho: cemento autonivelante. 60×60 cms y 18 kg de peso.
Aquí se entiende parte del proyecto: son pavimentos puestos de pie… la tierra tapada, vendada.
El Rosa, 63×63 cms, y 20 kg de peso
El Hueso -por el color y por la pata. 63×123 cms, asfalto en frío, cemento y para de jamón ibérico cortesía de Jamones Gargallo de Valencia. 40 kg.
El Rojo, hueso de pollo, asfalto en frío, 23×23 cms y 4 kg. Esta pieza fue hecha para la exposición colectiva de Russafart con el que financian el festival y lo compró mi profesor Miguel Molina Alarcón, me dijo “He visto la oportunidad”, para mi fue como si lo comprara Picasso.
Este cuadro viene después de El Hueso, y fue un sueño que tuve… Me desperté y pensé “como consigo hacer ese material, esa imagen que he soñado…” Esta es sal de lavavajillas empapada con esmalte rojo y blanco y removido. Pero no estoy muy contento con el marco, soy flojo con el arte final…
Porque el marco forma parte del obra… El marco forma parte de la obra de Imagen Pesada por que hay mucho de convertir en imagen algo que en prinicipio no lo es, por eso el marco lo hace imagen.
Interpreto este sueño como una respuesta o reflejo a la saturación del cuadro del hueso. El hueso lo recibí pelado, pero limpiarlo a ratos fueron casi dos meses y tuve que lavarlo con lejía y baños de agua hervida para matar toda bacteria, fue bastante desagradable, acabé con el estómago revuelto, mentalmente hablando.
Así empecé a limpiar el hueso y no muestro más por desagradable:
Y así quedo listo para su montaje:
Aquí ya fui a por sal a Sal Riera. La sal de la salina aún sin prensar es más transparente que la de lavavjillas.
Primero empapé grupos de sal con 2 colores básicos o puros (amarillo y verde) y 1 mixto (morado: rojo y azul), más sal sin colorear.
Una vez secos se lo dispuse a Blas, y le dije que él los mezclara. Luego lo fijé con un técnica secreta y está en su cuarto.
El Blanco, 60×60 cms, 20 kg. de peso y está por enmarcar.
Este es el último… hasta la fecha.
Un cuadro es una imagen que se ha de poder mirar muchas veces a lo largo de mucho tiempo, hay cuadros que te cansas de ver… Estos pretenden aguantar bien las miradas a lo largo del tiempo.